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-La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser.-José Ortega y Gasset.

viernes, 13 de marzo de 2015

EL REGRESO




                                                 EL REGRESO

El viento trae arenas, pero en la arena viene 
escondida la nueva semilla de la sangre. 
El invierno infinito pasó sobre nosotros.

En la altura los filos de la nieve perdieron 
su transparencia aguda, sus varas de furores, 
y penetró en la roca la mañana.
...............................................Pupilas

rodaron jubilosas. Trajo el beso de ese año 
olor de amor, ¿recuerdas?, y las islas estaban
cubiertas por la lluvia.
.............................Nunca sabe uno en dónde

encontrará la puerta, nunca sabe si el viento
sopla desde los huesos o viene hacia los últimos
aposentos huraños de los huesos marchitos:

uno sólo pregunta en dónde nace; se oye
soplar, gemir; se mueve entre las manos; sube
hasta los ojos; taja los vértices del sueño,

y luego escapa solo.
.............................Nunca sabe uno en dónde 
encontrará la puerta: mas cuando ya está cerca,
uno toca asombrado las ígneas llaves: toma

todo el largo camino -¡la sal, el pan, 
el corazón oscuro del pasado, los ídolos
acurrucados, negros, la estación de los huesos,

los idos para siempre!... - y ve que la mañana
gloriosa se alza, mueve las ramas vigorosas
de los árboles nuevos, y fulmínea arremete

contra los campos.
.........................Solos, bajo el azul henchido 
contemplamos el valle silencioso. 
..................................................Cansados 
nos detuvimos.
...........................Todos los brotes parecían

aguardar la llegada del nacimiento. 
....................................................¡Mundos 
extendidos, lejanos!, ¡centelleantes corrientes!; 
¡morosos animales recibían la tibia

resonancia de soles!; ¡la tierra adelantaba 
el sonido perfecto de la estación!
................................................¡Oh espacio
núbil, nuevo del cielo!
.............................¡Sobre los cuerpos, árboles

que aguardaban los sellos! 
..................................¡Oh valle extenso y solo, 
cuánto te recordamos en el desierto, cuántas
veces te recorrimos, cuántas veces te odiamos

bajo la lluvia negra!
....................................Los dos miramos. 
..............................................................Solos 
descendimos cantando. Todo el aire se hundía 
en nuestros pechos.
.................................Trajo el viento hacia los dedos

las semillas que luego metidas en la muerte 
surgirán en alguna madrugada terrible, 
y espadas luminosas volaron sobre el cielo

hendido. Nadie.
...........................Solos entramos en las calles; 
vimos surgir entonces las furiosas raíces, 
y zumbaron las alas, los ojos membranosos;

las pezuñas golpearon los techos.
.....................................................¡Ay ciudad 
sitiada por los peces y los gélidos hombros 
de las rocas! 
.....................¡Murmullos de voces sigilosas

roían los umbrales!
......................En las plazas desiertas 
vacíos trajes vimos con vacíos señores
que buscaban, a ciegas, ese estrecho y sombrío

pasadizo que corre de un cuerpo a otro cuerpo.
¡Oh muro ennegrecido!
..................................Llovió sobre la tarde:
combada en pétreo filo entró la noche.
.........................................................¡Muros

solos del parto, muros poblados de la tumba! 
¡Paredes llenas de ojos felinos! 
..............................................Nadie. 
.........................................................Llueve
inmensamente. Toda la oscuridad penetra

entre las calles, muerde, astilla las ventanas; 
esteros sucios tragan tinieblas.
.............................................Llueve.
........................................................Llegan
voces, las olas braman trayendo negros truenos,

devorando las costas.
.........................¿Dónde entrar?, ¿dónde entraron? 
Los oficios se han ido, los nombres brillan solos
sobre el bronce, las copas se llenan de agua -¿dónde

están?-, el agua arrastra los trabajos, la tinta
y el tiempo de los verbos.
.........................................¡Oh lluvia: limpia, lava
los cimientos del polvo!; ¡oh lluvia: criba el tuétano

de la edad: bate, bate!
..................................La calle se estremece.
¡Vamos a volver, vamos a regresar!
............................................................¡No vamos
a regresar!
...............El viento sopla un amanecer.

Detrás de las columnas del mundo se levantan 
las puertas poderosas.
...................................El agua estaba cerca
del horizonte: toda la lluvia sube al cielo.

¡Ay madrugada: vienes, no tan pronto, tan pronto 
sobre nosotros; llegas interminable; subes 
al trono incandescente de la nube; caminas

sobre el fuego del Ojo! ¡La inminencia, inminencia 
de las copas que vuelan por el aire!, ¡vendimias
de la cólera!: vienes, madrugada, tan pronto

sobre el lagar oscuro de la ira.
.............................................¡Despiertas 
en medio de la noche que termina: te llaman
con los escalofríos porque alguien está ahí,

porque alguien ya te lleva, te arrastra hacia otra parte 
oscura, tenebrosa!
...................................¡Oh madrugada, deja
tu sello inmarcesible sobre nosotros!
.........................................................¡Toda

la mañana arrebata las últimas esquirlas 
de la sombra, dispersa todas las formaciones 
del polvo muerto, cae en los rincones verdes

de la planta, ilumina los trigos inmortales 
de la sabiduría!
..........................¡Se cierran los cerrojos
del abismo!; ¡murmullos antifonales ruedan

en el azul!; ¡se encienden las paredes altísimas 
en las habitaciones del sol! 
..........................................De la distancia 
rueda un silbido apenas, ¡el llamado atraviesa

los látigos lejanos del pasado!
..............................................Y el año
corre, avanza.
....................Por eso corremos en la tarde, 
mientras tocan campanas debajo de los muertos,

y el mundo está cambiando, y en los huesos nos canta 
un murmullo. 
.......................¡Raíces rodean la alta roca!, 
¡los árboles inundan la mañana esplendente!,

¡el torbellino silba las nubes que se cierran 
y un vértigo de cascos atraviesa los filos 
del horizonte!, ¡suben los humos! 
..................................................¡Árbol, panes

para lavar tristeza!
.............................Despiertos esperamos 
todo el amor, la gloria terrible de los besos 
inmortales.
.................¡Oh muerte!, ¿dónde está tu victoria,

el aguijón perenne?
.............................Cantamos. 
.............................................Toda el agua
cayó sobre nosotros.
...............................¡Oh corazón, oh Roca
en que se apoya el mundo!, ¡oh fuente nueva, tiende,

tu corazón encima del granito flamígero!;
¡el aceite encendido desciende desde el Arbol!: 
¡manan panes!
..........................¡Oh Piedra!, ¡oh roca majestuosa!;
¡sobre tus fundamentos tú sostienes el mundo!


Biografía : M. Arteche

Poeta, ensayista y narrador chileno nacido en Nueva Imperial en 1926.
Cursó Humanidades en el  Instituto Nacional de Chile y luego estudió Literatura y Estilística 
en la Universidad Central de Madrid. 
La influencia de Faulkner y su conversión al catolicismo marcaron decididamente la temática de su obra. 
Está considerado como una de las voces más importantes de la poesía chilena de su generación.
Es miembro de número de la Real Academia Española, y desde 1963, miembro de la Academia Chilena de la Lengua, 
del Colegio de Periodistas y de la Sociedad de Escritores  de su país.
El premio Nacional de Literatura de Chile se sumó a las múltiples distinciones que ha recibido en el transcurso de su vida.
«Invitación al olvido» en 1947,  «Antología de veinte años» en 1972,  «Noches en 1976» y «Tercera antología» en 1991, 
hacen parte de su extensa obra, traducida al inglés,  francés, italiano, alemán, checo y hebreo

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