Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde,
altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
(Lope de Vega)
Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 25 de noviembre de 1562-ibídem, 27 de agosto de 1635)1 fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y, por la extensión de su obra, uno de los más prolíficos autores de la literatura universal.
Cuando el dolor ha triturado ya el último hueso de mi noche Y sólo habla el silencio al corazón insomne que hila Y deshila penas y memorias Viene tu nombre hasta mi cuarto a oscuras. Con un galope seco viene tu nombre abriendo Un camino entre nieblas Instaurando sus voces sus redobles Sus erres que retumban como un grito de guerra Su bronco acento de campana rota. Tu nombre es tantas cosas: El recuerdo de un barco que viene de ultramar y sus tercos Marinos El fuego entre la piedra Gota roja Que va tiñendo la pared del alba. En él puede escucharse la voz de los que creen Con mística implacable y fe colérica. Pero es también dulzura tu nombre Muro blanco donde mi mano traza los signos del sosiego Lugar donde recuesto mi cabeza. Entre tu nombre y tú sin embargo un silencio Una grieta nocturna donde anidan los pájaros. Nombre: Piedad Bonnett Lugar y fecha nacimiento: Amalfi (Colombia), 8 de septiembre de 1951
No quiero oír tu voz, ni adivinar tu angustia desde el destierro, ni revivir en momentos de celo o de locura aquella nuestra entrecortada despedida. (Las voces de la noche eran nuevas, sutiles; tus amplios pechos se encogieron, tremendos en su lucha, buscando encarcelarse en la tiniebla tibia. )
Ella, la despedida, no era marina como en lejano día, sino terrestre, final, definitiva; molde de soledad, herida, grieta, tajo de nuestras vidas. Y así quiero que sea.
(Tu imagen está ya condenada al limbo de las horas perdidas en la inmensidad de un mar que se despierta, atónito, de un sueño de ondinas, madréporas en flor y barcos asesinos.) No quiero reflejar mi triste mirada en tu recuerdo. Quiero olvidarte toda, poro a poro, exánime, jadeante, casi muerta sobre la tierra plena que conjuga el amor ígneo de la euforia volcánica.
(En la lejanía mueren en coro, de tedio, con dignidad crustácea, los pálidos cangrejos, y la tarde se disfraza de buzo.)
En mi memoria serás desde hoy, como en los días de julio, un sudor hecho hembra al final del camino.
Luis Zalamea Borda
reseña biográfica
Poeta, traductor y novelista colombiano nacido en Bogotá en 1921.
Perteneciente a una familia de gran abolengo, recibió una esmerada educación, convirtiéndose en un gran
exponente de la literatura colombiana de la vieja guardia.
Es autor de varias novelas, ensayos y traducciones que le han merecido el reconocimiento internacional.
«Requiem Neoyorquino y otros poemas», «Voces en el desierto» y «El círculo del alacrán», hacen parte
Qué vanidad imaginar que puedo darte todo, el amor y la dicha, itinerarios, música, juguetes. Es cierto que es así: todo lo mío te lo doy, es cierto, pero todo lo mío no te basta como a mí no me basta que me des todo lo tuyo. Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno. Por ahí un papelito que solamente dice: Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte. Julio Cortazar Reseña biográfica Hijo de padres argentinos, nació en Bruselas en 1914 y residió en Buenos Aires desde los cuatro años. Trabajó como maestro en varios pueblos argentinos y posteriormente se graduó en Letras. Bajo el seudónimo de Julio Denis publicó su primer libro de poemas, «Presencia», en 1938. Gracias a una beca del gobierno francés, se instaló en Paris en 1951 donde además se dedicó a las traducciones para mejorar su situación económica. Posteriormente se vinculó a la Unesco trabajando allí hasta su jubilación. Además de numerosas novelas y escritos, sobresale su poema dramático «Los Reyes» en 1949. Murió en Paris en 1984.
Cuando estuve en el mar era marino este dolor sin prisas. Dame ahora tu boca: me la quiero comer con tu sonrisa. Cuando estuve en el cielo era celeste este dolor urgente. Dame ahora tu alma: quiero clavarle el diente. No me des nada, amor, no me des nada: yo te tomo en el viento, te tomo del arroyo de la sombra, del giro de la luz y del silencio, de la piel de las cosas y de la sangre con que subo al tiempo. Tú eres un surtidor aunque no quieras y yo soy el sediento. No me hables, si quieres, no me toques, no me conozcas más, yo ya no existo. Yo soy sólo la vida que te acosa y tú eres la muerte que resisto. Jaime Sabines
sábado, 18 de julio de 2015
Reflexiones de Dulce Maria Loynaz
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparán por mí.
He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida no son las
cosas que tengo alrededor, sino las personas que tengo alrededor.
He aprendido que puedo encantar a la gente por unos 15 minutos, después de eso necesito poder hacer más.
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede, sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante y que pueden ocasionar dolor durante toda una vida.
He aprendido que es mucho más fácil reaccionar que pensar… y más satisfactorio pensar que reaccionar.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas, podría ser la última vez que las vea.
He aprendido que por apasionada que sea una relación en un principio, la pasión se desvanece y lago más debe tomar su lugar.
He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que estén convencido, a pesar de las consecuencias.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador del valor de algo o (a) alguien.
He aprendido que a veces las personas que creo que me van a patear
cuando estoy caído, son aquellas que me ayudan a levantar, y aquellas
que creo que me van a levantar son las que me patean.
He aprendido que en muchos momentos tengo el derecho de estar enojada, más no el derecho de ser cruel.
He aprendido que el verdadero amor y la verdadera amistad continúan creciendo a pesar de la distancia.
He aprendido que simplemente porque alguien no me ame de la misma manera
en que yo quisiera, no significa que no me ame a su manera.
He aprendido que la madurez tiene que ver más con las experiencias que
he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años
cumplidos.
He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos,
pocas cosas tan humillantes y que tragedia si se los creyera.
He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimada por él y debo saber perdonar ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonada por los otros, a veces tengo que perdonarme a mí misma.
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.
He aprendido que no tengo que cambiar de amigos si comprendo que los amigos cambian.
He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosa y ver algo totalmente diferente.
He aprendido que sin importar las circunstancias, cuando soy honesta conmigo, llego más lejos en la vida.
He aprendido que aún cuando pienso que no puedo dar más, cuando un amigo
(hijo) pide ayuda, logro encontrar la fuerza para ayudarlo.
He aprendido que tanto escribir como hablar alivia los dolores emocionales.
He aprendido que los títulos sobre la pared no nos convierten en seres decentes.
He aprendido que es muy difícil determinar dónde fijar el límite entre
no herir los sentimientos de los demás y defender lo que creo.
He aprendido que..... Debo seguir aprendiendo
Dulce Maria Loynaz
Estar enamorado Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida. Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa. Es cobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva. Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba. Es respirar el ancho viento que por encima de la carne se respira. Es contemplar desde la cumbre de la persona la razón de las heridas. Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira. Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida. Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía. Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida. Estar enamorado, amigos, es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma. Es percibir en el desierto la cristalina voz de un río que nos llama. Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia. Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas. Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas. Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada. Es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta. Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama. Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia. Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa. Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y los días. Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraída. Es recordar a Garcilaso cuando se siente la canción de una herrería. Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas. Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina. Es contemplar un tren que pasa por la montaña con las luces encendidas. Es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia. Es ignorar en qué consiste la diferencia entre la pena y la alegría. Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna. Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita. Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura. Es despertarse una mañana con el secreto de las flores y las frutas. Es libertarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas. Es no saber si son ajenas o si son propias las lejanas amarguras. Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia. Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir su noche obscura. Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna. Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura. Es empezar a decir siempre y en adelante no volver a decir nunca. Y es además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras. Información biográfica
Nombre: Francisco Luis Bernárdez Lugar y fecha nacimiento: Buenos Aires (Argentina), 5 de octubre de 1900 Lugar y fecha defunción: Buenos Aires (Argentina), 24 de octubre de 1978 (78 años)
Poesía jardines inhabitados pensamientos supuestas palabras en pedazos jardines se ausenta la luna figura de una falta contemplada jardines extremos de esa ausencia de jardines anteriores que retroceden ausencia frecuentada sin misterio cielo que retrocede sin pregunta De "Guantes de gamuza y otros poemas" Ediciones Bajo la Luna 1992 Versión de Teresa Arijón y Sandra Almeida
Reseña biográfica
Poeta, traductora y periodista brasileña nacida en Río de Janeiro el 2 de junio de 1952. Completó estudios clásicos en la Escuela de Prácticas de la Facultad de Filosofía de Río y posteriormente se licenció en Letras por la Universidad Católica de Río de Janeiro. En 1980 estudió traducción, graduándose como Master of Arts en la Universidad de Essex, Inglaterra. Tradujo entre otras a Katherine Mansfield y Emily Dickinson. En 1978 publicó "Escenas de Abril" y "Correspondenciacompleta" . Durante su estadía en Inglaterra, en 1980, editó su obra "Guantes de gamuza"; luego, en Río de Janeiro, en 1982, "A tus pies", cuya segunda edición se presentó en 1983. El 29 de octubre de 1983, agobiada por la angustia, se quitó la vida en Río de Janeiro.
viernes, 10 de julio de 2015
El adiós Entró y se inclinó hasta besarla porque de ella recibía la fuerza. (La mujer lo miraba sin respuesta.) Había un espejo humedecido que imitaba la vida vagamente. Se apretó la corbata, el corazón, sorbió un café desvanecido y turbio, explicó sus proyectos para hoy, sus sueños para ayer y sus deseos para nunca jamás. (Ella lo contemplaba silenciosa.) Habló de nuevo. Recordó la lucha de tantos días y el amor pasado. La vida es algo inesperado, dijo. (Más frágiles que nunca las palabras. Al fin calló con el silencio de ella, se acercó hasta sus labios y lloró simplemente sobre aquellos labios ya para siempre sin respuesta. "A modo de esperanza" 1955 Cita: A media voz
martes, 7 de julio de 2015
Pensamientos capitales Aviso Cien mil gatos mimosos ronronean. Ecos desde la nuca hasta las sienes de aviones que aterrizan. Rumiar de ruidos roncos reiterados. Pitidos infinitos en mi oído... Alguien te está nombrando. Alguien te está glosando el pensamiento. Pensamiento 1º: La Soberbia «El ego ocupa la totalidad». Si hubiera de elegir la Hormiga Atómica entre salvar El Mundo o su hormiguero, sepamos la respuesta: robarle el corazón a la cigarra. Pensamiento 2º: La Ambición «Todo vale». Todo excepto el dolor es admisible. -A veces te sufrieron y no te diste cuenta. Excepto el dolor propio todo vale. Pensamiento primero: el ego ocupa la totalidad. Pensamiento 3º: La Lujuria «Es la exclusividad el vicio más insano». La cura de amistades peligrosas es la más efectiva, la inmortal; la que recluta más muertos vivientes de entre los perdonados. Pensamiento 4º: La Envidia «Vivir para el escándalo». La forma elaborada de librarse de las trepanaciones cognitivas: raparse la cabeza para exhibir un hoyo parietal. Estar ya trepanado es la defensa. Pensamiento 5º: La Gula El ansia, los ansiosos, los ansiados... Y todo es empezar, pero te empiezan. Cuando una débil capa de pellejo no abrigue nuestras raspas, ansiaremos abrigo. Chaqueta de entretiempo, adolescencia: poetas devorándose a sí mismos. Pensamiento 6º: La Ira No me doy por pisado. Pero cuando tropieces con el hacha que dejaré del lado de la cama por el que te levantas a la altura de tu talón de Aquiles y te cortes, no te des por pisada. Pensamiento 7º: La Pereza Apocalipsis a las quince treinta: es la hora de la siesta.
Esther Giménez Datos biográficos Poeta española nacida en la Villa de Vallecas, Madrid, en 1979. Aunque ha estudiado varios semestres de Biología muestra en la actualidad una gran inclinación por la Filología. A pesar de su juventud se observa en su poesía un sorprendente dominio de las formas, hecho que destacó el jurado que le concedió el XV Premio de la poesía Hiperión. Su publicación del año 2000, «Mar de Pafos» se caracteriza por una concepción irónica y contemporánea del amor y la sensualidad.
lunes, 6 de julio de 2015
Mario Benedetti Asunción de ti Quién hubiera creído que se hallaba sola en el aire, oculta, tu mirada. Quién hubiera creído esa terrible ocasión de nacer puesta al alcance de mi suerte y mis ojos, y que tú y yo iríamos, despojados de todo bien, de todo mal, de todo, a arrojarnos en el mismo silencio, a inclinarnos sobre la misma fuente para vernos y vernos mutuamente espiados en el fondo, temblando desde el agua, descubriendo, pretendiendo alcanzar quién eras tú detrás de esa cortina, quién era yo detrás de mí. Y todavía no hemos visto nada. Espero que alguien venga, inexorable, siempre temo y espero, y acabe por nombrarnos en un signo, por situarnos en alguna estación por dejarnos allí, como dos gritos de asombro. Pero nunca será. Tú no eres ésa, yo no soy ése, ésos, los que fuimos antes de ser nosotros. Eras sí pero ahora suenas un poco a mí. Era sí pero ahora vengo un poco a ti. No demasiado, solamente un toque, acaso un leve rasgo familiar, pero que fuerce a todos a abarcarnos a ti y a mí cuando nos piensen solos. 2 Hemos llegado al crepúsculo neutro donde el día y la noche se funden y se igualan. Nadie podrá olvidar este descanso. Pasa sobre mis párpados el cielo fácil a dejarme los ojos vacíos de ciudad. No pienses ahora en el tiempo de agujas, en el tiempo de pobres desesperaciones. Ahora sólo existe el anhelo desnudo, el sol que se desprende de sus nubes de llanto, tu rostro que se interna noche adentro hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa. 3 Puedes querer el alba cuando ames. Puedes venir a reclamarte como eras. He conservado intacto tu paisaje. Lo dejaré en tus manos cuando éstas lleguen, como siempre, anunciándote. Puedes venir a reclamarte como eras. Aunque ya no seas tú. Aunque mi voz te espere sola en su azar quemando y tu dueño sea eso y mucho más. Puedes amar el alba cuando quieras. Mi soledad ha aprendido a ostentarte. Esta noche, otra noche tú estarás y volverá a gemir el tiempo giratorio y los labios dirán esta paz ahora esta paz ahora. Ahora puedes venir a reclamarte, penetrar en tus sábanas de alegre angustia, reconocer tu tibio corazón sin excusas, los cuadros persuadidos, saberte aquí. Habrá para vivir cualquier huida y el momento de la espuma y el sol que aquí permanecieron. Habrá para aprender otra piedad y el momento del sueño y el amor que aquí permanecieron. Esta noche, otra noche tú estarás, tibia estarás al alcance de mis ojos, lejos ya de la ausencia que no nos pertenece. He conservado intacto tu paisaje pero no sé hasta dónde está intacto sin ti, sin que tú le prometas horizontes de niebla, sin que tú le reclames su ventana de arena. Puedes querer el alba cuando ames. Debes venir a reclamarte como eras. Aunque ya no seas tú, aunque contigo traigas dolor y otros milagros. Aunque seas otro rostro de tu cielo hacia mí.
¡Tus trovas dejan profundos rastros... Son arroyuelos y ruiseñores: aves que trinan entre los astros y ondas que cantan entre las flores! ¡Nada conozco que inspire tanto como tus versos blondos y suaves, en que producen divino encanto flores y astros, ondas y aves! Pero la perla yace en las simas y la violeta bajo las frondas... ¡Cuán pocos saben que hay en tus rimas astros y flores, aves y ondas! ¡Rompe las nieblas que te circundan y sé la envidia de tus cantores, y en tierra y cielo vibren y cundan aves y astros, ondas y flores! ¡Muestre tu numen, cual luz disuelta, todos sus tonos: ya no lo escondas! ¡Canse los ecos tu voz, que suelta astros y aves, flores y ondas!
¡Llena estas hojas como alabastros,
con tus arpegios arrolladores:
aves que trinan entre los astros
y ondas que cantan entre las flores!
Poeta mexicano nacido Veracruz en 1853.
Desde muy temprana edad se inició en el oficio de periodista, siguiendo los pasos de su padre quien siempre
estuvo vinculado a la política. Muy pronto empezó a leer las páginas de los clásicos grecolatinos, de escritores
contemporáneos, particularmente mexicanos, españoles y franceses.
Es considerado como uno de los precursores del modernismo de la poesía mexicana. Autor de una vasta obra,
muchos de sus poemas sólo fueron publicados en el «Diario Comercial» y nunca se editaron.
De sus poemarios se destacan: «Lascas» y «La mujer de nieve».
Tras un largo exilio por motivos políticos, regresó a México donde falleció en 1928