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-La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser.-José Ortega y Gasset.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Pastores y pastoras.Amado Nervo



Poetas escribieron sobre la navidad

Amado Nervo



Pastores y pastoras,

 abierto está el edén.

 ¿No oís voces sonoras?

 Jesús nació en Belén.



 La luz del cielo baja,

 el Cristo nació ya,

 y en un nido de paja

 cual pájarillo está.



 El niño está friolento.

 ¡Oh noble buey,

 arropa con tu aliento

 al Niño Rey!



 Los cantos y los vuelos

 invaden la extensión,

 y están de fiesta cielos

 y tierra... y corazón.



 Resuenan voces puras

 que cantan en tropel:

 Hosanna en las alturas

 al Justo de Israel!



 ¡Pastores, en bandada

 venid, venid,

 a ver la anunciada

 Flor de David!... 

sábado, 20 de diciembre de 2014

El mejor chocolate del mundo

  



Autor: Eva María Rodríguez

Edades: Todas las edades

Valores: humildad, modestia

El mejor chocolate del mundoEn el País del Chocolate todo el mundo era feliz. No había personas, solo había chocolate. En tableta, en bolitas, a la taza… estos eran los auténticos habitantes del País del Chocolate.

Un día llegó una carta al País del Chocolate. Desde el País de los niños hambrientos les invitaban a un concurso para elegir al mejor chocolate del mundo. El ganador recibiría como premio una semana de vacaciones en ese lejano país. El concurso tendría lugar en el País del Chocolate.

Aunque nadie conocía dónde estaba el País de los niños hambrientos ni qué o quienes habían allí, la sola idea de convertirse en el mejor chocolate del mundo los cegó por completo y todos se comenzaron a preparar para el concurso. El chocolate con almendras partía como favorito, seguido de cerca por el chocolate a la taza y el chocolate a la naranja.

Entre tanto, una carta llegó al vecino País de la Leche invitándoles a elegir a la mejor leche del mundo. El concurso se celebraría en el País de los niños hambrientos. Pero las leches no estaban demasiado interesadas en saber quien era la mejor de ellas, y de hecho desconfiaron un poco de aquella carta que llegaba de un país del que nunca antes habían oído hablar.

Ante las dudas, la presidenta del País de la leche decidió llamar por teléfono al presidente del País del Chocolate. 
- Hola, Soy la Presidenta del País de la Leche. Hemos recibido una extraña invitación por parte del País de los niños y el caso es que aquí nunca habíamos oído hablar de ese país. ¿Acaso vosotros lo conocéis?
- ¡Por supuesto que sí! - contestó en tono algo fanfarrón el presidente del País del Chocolate - Hemos sido invitados a celebrar un concurso por el que se elegirá al mejor chocolate del mundo de modo que estamos con los preparativos.
- Pero, ¿no te parece un poco raro? ¿Alguna vez habías oído hablar de este país?
- No, pero ¡qué más da! Quieren elegir al mejor chocolate del mundo y todos nos esforzaremos por participar en el concurso. Me voy, que tenemos mucho que hacer todavía.

Cuando llegó el día del famoso concurso, la presidenta del País de la Leche decidió trasladarse al País del Chocolate para ver con sus propios ojos qué sucedía.

Lo que se encontró fue algo terrible. Todos los chocolates estaban discutiendo como locos entre ellos sin ser capaces de elegir al mejor. Los participantes en el concurso acusaban a los jueces de no haber sido imparciales y los chocolates concursantes se acusaban entre ellos de haber hecho trampas. El caso es que allí todo el mundo discutía y gritaba con todo el mundo.

La presidenta del País de la Leche decidió tomar el mando y logró llegar como pudo hasta el micrófono situado en el escenario principal.

- ¡¡Baaaasta ya!! - gritó con todas sus fuerzas - 

De inmediato todos los chocolates dejaron de discutir y gritar y se hizo un gran silencio.

-El mejor chocolate del mundo ¿Pero es que no veis lo que estáis haciendo? Esto es solo un concurso. Un ridículo concurso cuyo premio son unas vacaciones en un país del que nunca nadie ha oído hablar. ¿De verdad creéis que merece la pena discutir con vuestras amigos y vecinos? ¿Y todas las veces que os habéis ayudado unos chocolates a otros? ¿Ya no os acordáis? No dejéis que vuestro ego se apodere de vosotros. No tenéis que elegir al mejor porque todos sois el mejor. 

En ese momento empezó a oírse un tímido aplauso seguido de otro, y otro, y otro y otro más hasta convertirse en un sonoro aplauso que duró diez largos minutos.

El presidente del País del Chocolate subió hasta el escenario y dijo unas palabras:
- Queridos habitantes del País del Chocolate, nuestra amiga y compañera la presidenta del País de la Leche ha dicho una gran verdad. No hay motivos para que rompamos la convivencia feliz y tranquila que caracteriza nuestro país. Todos somos los mejores chocolates del mundo y para ello no necesitamos celebrar ningún concurso. 

jueves, 18 de diciembre de 2014

MARÍA MADRE

 

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Gloria Fuertes



 La Virgen,

 sonríe muy bella.

 ¡Ya brotó el Rosal,

 que bajó a la tierra

 para perfumar!



 La Virgen María

 canta nanas ya.

 Y canta a una estrella

 que supo bajar

 a Belén volando

 como un pastor más.



 Tres Reyes llegaron;

 cesa de nevar.

 ¡La luna le ha visto,

 cesa de llorar!

 Su llanto de nieve

 cuajó en el pinar.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

Las zapatillas doradas





   Las zapatillas doradas


Faltaban sólo cuatro días para Navidad. Aún no sentía el espíritu de la ocasión, a pesar de que el estacionamiento de la tienda de descuentos estaba repleto. Dentro de la tienda era peor. Los carros de compras y los clientes de última hora causaban atascos en los pasillos. 
      ¿Para qué vine hoy a la ciudad? Me pregunté. Los pies me dolían casi tanto como la cabeza. Tenía una lista de varias personas que decían no querer nada, pero yo sabía que se quedarían ofendidas si no les compraba algo. 
      Comprar regalos no tenía nada de entretenido para mí. Estaba comprando para gente que tenía de todo, y los precios eran exorbitantes. 
      Llené mi carro de compras a toda prisa con esas cosas de último momento y me dirigí a las cajas. Escogí la que tenía la fila más corta, pero tendría que esperar al menos veinte minutos para llegar a la caja. 
      Delante de mí había un niño y una niña. El niño tenía unos cinco años y la niña era un poco menor. Él llevaba un abrigo harapiento y unos tenis viejos y enormes que sobresalían debajo de unos pantalones que le quedaban muy cortos. En sus manos, que estaban muy sucias, tenía varios billetes de un dólar todos arrugados. 
      La ropa de la niña se parecía a la de su hermano. Su cabeza era una maraña de pelo ondulado. En la cara se le veían restos de la cena. Llevaba en las manos un hermoso par de zapatillas doradas para la casa. Se oía música navideña en el equipo de sonido del almacén y la niñita tarareaba feliz y desafinadamente. 
      Cuando llegamos a la caja, la niña puso los zapatos con mucho cuidado sobre el mostrador. Los sostenía como si se tratara de un tesoro. La cajera marcó la cuenta. 
      -Son seis dólares con nueve centavos -dijo. 
      El niño puso sus billetes arrugados sobre el mostrador mientras buscaba más en los bolsillos de su pantalón. Consiguió reunir 3 dólares con 12 centavos. 
      -Supongo que tendremos que devolverlas -dijo valientemente.      Volveremos después, quizá mañana. 
      En cuanto oyó eso, la niña dijo con un leve sollozo: 
      -Pero a Jesús le habrían encantado esas zapatillas. 
      -Bueno, volveremos a casa y trabajaremos un poco más. No llores, volveremos después -le aseguró su hermano. 
      En ese instante le pasé tres dólares a la cajera. Esos niños habían esperado un largo rato en la fila, y a fin de cuentas, era Navidad. 
      De repente un par de brazos me rodearon y una vocecita exclamó: 
      -Muchas gracias, señora. 
      -¿A qué te referías cuando dijiste que a Jesús le habrían gustado esos zapatos? -pregunté. 
      El niño respondió: 
      -Nuestra mamá está enferma y se va a ir al Cielo. Papá dijo que es posible que se vaya a vivir con Jesús antes de Navidad. 
      La niña añadió: 
      -En la escuela dominical, mi profesora me dijo que las calles del cielo son doradas, como estas zapatillas. ¿No le parece que mi mamá se vería hermosa caminando por esas calles con zapatos del mismo color? 
      Los ojos se me aguaron al fijarme en la carita manchada por las lágrimas. 
      -Sí -le respondí-, no me cabe duda. 
      En ese momento le agradecí a Dios en silencio que se valiera de esos niños para recordarme lo que significa dar.



domingo, 7 de diciembre de 2014

SIN ELLA. cita Metáforas y pergaminos por Luis Cornejo.

SIN ELLA



El tercer milenio es de la mujer, después de una larguísima historia de marginación diseñada por los hombres y para los hombres, ahora ya se aquilata su auténtica dimensión y sus talentos que sumado a los talentos varoniles se logra la composición para seguir avanzando a la plenitud del ser humano.
Sin Golda Meyer no se hubiera consolidado el estado de Israel.
Sin Juana de Aragón no hubiera existido el Emperador Carlos V.
Sin Indira Gandi no se habría avanzado en la modernización de la India.
Sin la corregidora no se hubiera estimulado el movimiento Independista de México.
Sin Manuela Simón Bolívar no hubiera alimentado sus sueños de libertad.
Sin el amor de Teresa de Calcuta, no se hubiera entregado tanta ternura a los más  desposeídos y olvidados de la tierra.
Sin María no hubiera existido Jesucristo.
Sin ella no existiría paciencia y tolerancia.
Sin ella no existiría el milagro de la vida.
Sin ella yo no hubiera nacido.
Y con ella aprendí a caminar, a conocer el mundo, a pronunciar mis primeras palabras y lo más importante sin ella no hubiera aprendido a amar y a perdonar.
Gracias a ella conocí la ternura y la caridad. Gracias mujer porque tu me has enseñado el camino de la vida, sin ti no existiría la creación. Gracias mujer por tu bondad dando testimonio de la presencia de Dios, tu vientre es el taller y es la orfebre del creador.
Gracias mujer por existir.

viernes, 5 de diciembre de 2014

LA PARTE MAS IMPORTANTE DEL CUERPO (Anónimo)





LA PARTE MAS IMPORTANTE DEL CUERPO
(Anónimo)









Un día mi madre me preguntó cuál era la parte más importante del cuerpo. 
A través de los años trataría de buscar la respuesta correcta.. 
Cuando era más joven, pensé que el sonido era muy importante para nosotros, por eso dije, 
"Mis oídos, Mamá". Ella dijo: "No, muchas personas son sordas y se arreglan perfectamente. Pero sigue pensando, te preguntaré de nuevo." 
Varios años pasaron antes de que ella lo hiciera. Desde aquella primera vez, yo había creído encontrar la respuesta correcta. Y es así que le dije: 
"Mamá, la vista es muy importante para todos, entonces deben ser nuestros ojos."
Ella me miró y me dijo: 
"Estás aprendiendo rápidamente, pero la respuesta no es correcta porque hay muchas personas que son ciegas, y salen adelante aun sin sus ojos". Continué pensando cuál era la solución. A través de los años, mi 
madre me preguntó un par de veces más, y ante mis respuestas la suya era: 
"No, pero estás poniéndote más inteligente con los años, pronto acertarás". 
El año pasado, mi abuelo murió. Todos estábamos dolidos. Lloramos. 
Incluso mi padre lloró. Recuerdo esto sobre todo porque fue la segunda vez que lo vi llorar. 
Mi madre me miraba cuando fue el momento de dar el adiós 
final al abuelo. Entonces me preguntó, 
"No sabes todavía cuál es la parte más importante del cuerpo, hijo?". 
Me asusté cuando me preguntó justo en ese momento. Yo siempre había creído que ese era un juego entre ella y yo. Pero ella vio la confusión en mi cara y me dijo, 
"Esta pregunta es muy importante. Para cada respuesta que me diste en el pasado, te dije que estabas equivocado y te he dicho por qué.. Pero hoy es el día en que necesitas saberlo." 
Ella me miraba como sólo una madre puede hacerlo. Vi sus ojos llenos de lágrimas, y la abracé. Fue entonces cuando apoyada en mí, me dijo: 
"Hijo, la parte del cuerpo más importante es tu hombro". Le pregunté, "
¿Es porque sostiene mi cabeza?", y ella respondió: 
"No, es porque puede sostener la cabeza de un ser amado o de un amigo cuando llora.
Todos Necesitamos un hombro para llorar algún día en la vida, 
hijo mío. Yo sólo espero que tengas amor y amigos, y así siempre tendrás un hombro donde llorar cuando lo necesites, como yo ahora necesito el tuyo." 
NUNCA DIGAS QUE ERES POBRE
(Anónimo)



NUNCA digas que eres pobre ! 
Pobreza no es falta de dinero:
pobreza verdadera es la falta de comprension
El que comprende la vida, 
que sabe decir una palabra de aliento, 
que tiene la mano compasiva al que sufre, 
que sabe inspirar alegria y optimismo,es rico
inmensamente rico, cuyas fuentes son inagotables, 
aunque lo comparta con miles de personas

martes, 2 de diciembre de 2014

MADRE E HIJO







Cuando me veas perdida frente a toda la tecnología que me cuesta tanto entender, dedícame tu tiempo, recuerda que fui yo quien te enseñó las cosas más simples para enfrentar la vida...

Si te repito las mismas historias, aunque sepas ya el final, escúchame...

Cuando eras chico tuve que contarte cientos de veces el mismo cuento para que te durmieras...

Y si mientras conversamos me olvido de lo que estamos hablando, dame tiempo para recordar...

Y si no puedo hacerlo, comprende que tal vez no era importante lo que conversamos, sino que para mí lo importante es que me escuches y estemos juntos...

Cuando fallen mis piernas, dame tu mano para apoyarme como yo lo hice cuando comenzaste a dar tus primeros pasos...

Dame tu cariño, compréndeme y apóyame como  lo hice desde el momento en que naciste...

Siempre quise lo mejor para ti, y sé como tú me quieres y admiras...

Hoy soy yo quien está orgullosa al ver quién eres, y como enfrentas la vida...

Cuando pasen en mí los años, así como te acompañé yo, acompáñame tú hacia donde me lleva el camino...

Cuando pasen en mí más años, sigamos caminado juntos...














CRECER

Muchas veces en la vida pasamos por momentos difíciles en los que tenemos que decidir sobre los nuevos caminos a tomar.

A veces el júbilo nos invade ya que la ruta tomada nos demuestra el acierto, y eso se llama crecer.

Otras veces nos desanimamos antes de reemprender nuestra meta, y eso también se llama crecer.

Crecer, una palabra tan común pero tan significativa a la vez, tan llena de vida; definitivamente es un término al que, en particular, tengo muy presente y valoro entrañablemente.

A veces la parálisis nos invade, desarmados completamente caemos en la tristeza, la desilusión, el desgano; sentimos la horrible sensación de no poder hacer nada bien, tomamos caminos de fácil acceso que a ningún lado nos conducen; nos invade la soledad y ocupamos el vacío con gente vacía y el resultado es una lista interminable de momentos más vacíos aún.

El dolor se esconde detrás de una imagen impuesta cargada de elementos superfluos que no hacen mas que alejarnos de nosotros mismos.

Hacia la felicidad el camino parece estar lleno de pantanos y grietas infinitos, en esos momentos no podemos ver que ser feliz está en nuestro propio ser, por el solo hecho de existir.

El tiempo oficial pasa pero nos es indiferente, el tiempo real nos encuentra sumergidos y cansados, pero tarde o temprano, desde lo mas profundo de nuestra existencia surge una luz, que al principio es pequeña, creo yo que es nuestro instinto de supervivencia más el amor por la vida y por nuestra vida que hace que lentamente nos reubiquemos en el camino correcto, el del amor.

A veces necesitamos pasar por momentos muy duros, cometemos errores, evadimos los problemas y nos disfrazamos de algo que no somos hasta reencontrarnos con nuestros valores, en lo que a mi respecta, el valor de las pequeñas cosas, aquellas situaciones y cosas cotidianas y sencillas que son maravillosas.

A veces necesitamos pasar por momentos tan duros, pero superarlos es también crecer.

La felicidad es un don que poseemos todos, pero cultivarla y compartirla es un hermoso trabajo que implica esfuerzo, dedicación y tiempo, pero por sobre todas las cosas amor, el sentimiento más hermoso.

Y poder amar también es crecer.

lunes, 1 de diciembre de 2014

El viento en la isla






El viento es un caballo: 
óyelo cómo corre 
por el mar, por el cielo. 

Quiere llevarme: escucha 
cómo recorre el mundo 
para llevarme lejos.

Escóndeme  en tus brazos 
por esta noche sola, 
mientras la lluvia rompe 
contra el mar y la tierra 
su boca innumerable.
EL VIENTO EN LA ISLA
Escucha como el viento 
me llama galopando 
para llevarme lejos.

Con tu frente en mi frente, 
con tu boca en mi boca, 
atados nuestros cuerpos 
al amor que nos quema, 
deja que el viento pase 
sin que pueda llevarme.

Deja que el viento corra 
coronado de espuma, 
que me llame y me busque 
galopando en la sombra, 
mientras yo, sumergido 
bajo tus grandes ojos, 
por esta noche sola 
descansaré, amor mío


de Pablo Neruda