Soneto
Ya ves que no te suelto, que me ato
a tu recuerdo rubio y vaporoso,
fugitivo en la calle y silencioso,
yo, que era poderío y arrebato.
Me estiro lo que puedo; dudo y trato
de asir tu traje, por ser tuyo, hermoso;
ceñido siempre y a la vez pomposo,
tentación por aquí y allí recato.
Mírame en un café de esta plazuela
en que el tránsito al sol crepita y arde
y en la que todo, hasta un tranvía, vuela.
Pienso en ti, en tus ojos, en tu tarde...
Y me quisiera henchir como una vela
y me refugio en mi interior, cobarde.
Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1886 y fallecido en esa misma ciudad en 1950.
Hijo de comerciantes españoles, pasó parte de su infancia en Santander, a orillas del Cantábrico.
De regreso a la Argentina, obtuvo su título de Doctor en Medicina, ejerciendo su profesión en Chascomús.
A los veintinueve años publicó su primer libro de poesía, al que siguieron luego cinco o seis publicaciones más.
En sus poemas se mezcla el más intenso erotismo y la más alta espiritualidad, producto de su inspiración en
dos mujeres cuya identidad ha permanecido en el misterio
B. F. MORENO
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