He dejado al borde del
piano una rosa amarilla.
Solo una rosa para
alegrar este día.
Después de todo, las
cultivo para ti, porque
te gustan, a veces
siento sonar el piano,
y para que no se acabe,
me quedo quieta,
como para no
interrumpirte, siempre la
misma música, jamás me
aburriría, así
como jamás, de los
jamases, dejaría
de extrañarte...
Nuestro amor va más
allá de todo, me
dijiste, y sabes no lo
dudé y ahora lo
afirmo, te amaré hasta
que nos reencontremos.
Sigue tocando amor, es
solo para mí, y solo yo
lo escucho.
Como el beso que me
roza entre sueños, la
Sonrisa al despertar,
pues en él hemos hablado,
La lágrima seca, tu
regalo, el paseo cuando
el sol entibia nuestras
manos, sigues aquí,
y yo a tu lado…
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