Las manos son relato, de lo que alguna vez fueron, un
relato, que cuenta la historia de teclas y de piano, manos habidas de matices,
colores salones y aplausos. En un rincón del alma, habita la música, la nota
dormida, su armonía .En su boca, sus labios partidos, buscan la copa, que
anestesia sus sentidos. Los que lo conocieron, murmuran -”lástima”… Otros más
solidarios, le ofrecen otra vuelta de copas, entre copa y copa, llega bloqueando su
memoria, sin apagar la sed. Por la madrugada, ya cayendo el día, de regreso, en
vez de Ir a su casa, va en busca de una banca…El vendedor de café, lo sacude ya
son las ocho, amigo- dice- se levanta amodorrado esquivando veredas, entra a la
pensión, ve a su viejo gato " el polvillo, el piano desafinado, lo reciben"…
. Nélida Moni
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