El agua corre, cristalina en busca de su curso.
La vida, reverdece y se acopla, junto al tintineo
de su copa y brilla.
Mariposas, que en su vuelo, se marean y reposan
en millares de rosas.
El trino de las aves, se escucha por el aire,
alegrando
el paisaje.
Más el hada de la primavera, la más bella de las hadas,
no aparece, todos quieren verle, florida, entusiasta
y dar por declarada la estación más esperada.
No la veo, murmuran las aguas…
No
la veo, dice la margarita…
Asombrada, la cala no dice nada.
AH!!!!- Dice la calandria, debe estar enamorada....
Aparece, adormilada, y se asoma desde una ventana brotada...
¡El hada! ¡El hada! ¡El hada!,
Aclaman.
Y la
lírica de un ruiseñor,
la da
por iniciada.
Nélida Moni
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