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-La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser.-José Ortega y Gasset.

martes, 29 de septiembre de 2015

Cómo no ser romántico y siglo XIX por Nicolás Guillén















Cómo no ser romántico y siglo XIX
por Nicolás Guillén

Cómo no ser romántico y siglo XIX, 
No me da pena, 
Cómo no ser Musset 
Viéndola esta tarde 
Tendida casi exangüe, 
Hablando desde lejos, 
Lejos de allá del fondo de ella misma, 
De cosas leves, suaves, tristes.

Los shorts bien shorts 
Permiten ver sus detenidos muslos 
Casi poderosos, 
Pero su enferma blusa pulmonar 
Convaleciente 
Tanto como su cuello-fino-Modigliani, 
Tanto como su piel-margarita-trigo-claro, 
Margarita de nuevo (así preciso), 
En la chaise-longue ocasional tendida 
Ocasional junto al teléfono, 
Me devuelven un busto transparente 
(Nada, no más un poco de cansancio).

Es sábado en la calle, pero en vano. 
Ay, cómo amarla de manera 
Que no se me quebrara 
De tan espuma tan soneto y madrigal, 
Me voy no quiero verla, 
De tan Musset y siglo XIX 
Cómo no ser romántico.


Nicolás Cristóbal Guillén Batista nació el 10 de julio de 1902, en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre, 

lunes, 28 de septiembre de 2015

Lo Que Yo Quiero









Lo Que Yo Quiero
Pedro Bonifacio Palacios
I
Quiero ser las dos niñas de tus ojos,
las metálicas cuerdas de tu voz,
el rubor de tu sien cuando meditas
y el origen tenaz de tu rubor.

Quiero ser esas manos invisibles
que manejan por sí la Creación,
y formar con tus sueños y los míos
otro mundo mejor para los dos.

Eres tu, providencia de mi vida,
mi sosten, mi refugio, mi caudal:
cual si fueras mi madre yo te amo...
¡y todavía más!

II
Tengo celos del sol, porque te besa
con sus labios de luz y de calor,
del jazmín tropical y del jilguero
que decoran y alegran tu balcón.

Mando yo que ni el aire te sonreía:
ni los astros, ni el niño, ni la flor,
ni la Fe, ni el Amor, ni la Esperanza,
ni ninguno en lo eterno más que yo.

Eres tú, Soberana de mis noches,
mi constante, perpetuo cavilar:
ambicioso tu amor como la Gloria...
¡y todavía más!

III
Yo no quiero que alguno te consuele
si me mata la fuerza de tu amor...
¡si me matan los besos insaciables
fervorosos, ardientes que te doy!

Quiero yo que te invadan las tinieblas
cuando ya para mí no salga el sol.
Quiero yo que defiendas mi cadáver
del más leve ritual profanador.

Quiero yo que me nombres y conjures
sobre labios y frente y corazón.
Quiero yo que sucumbas o enloquezcas...
¡loca, sí, muerta, sí, te quiero yo!


Mi querida, mi bien, mi soberana,
mi refugio, mi sueño, mi caudal,
mi laurel, mi ambición, mi santa madre...
¡y todavía más!

(Almafuerte)


Nacimiento 13 de mayo de 1854
San Justo, Argentina
Fallecimiento 28 de febrero de 1917
(62 años)
La Plata, Argentina
Nacionalidad Flag of Argentina.svg Argentina
Campo pintor, docente, escritor, bibliotecario, traductor, periodista.
Conocido por Almafuerte

sábado, 26 de septiembre de 2015

Poema Del Secreto















Poema Del Secreto
Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.

Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar.

Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, asi como al azar...
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.

Ya vez: Tu no sospechas este secreto amargo,
más amargo y profundo que el secreto del mar...
porque puedo dejarte de amar, y sin embargo...
no te puedo olvidar!

(José Angel Buesa)

viernes, 25 de septiembre de 2015

¿Quién retiene al amor cuando se aleja?







¿Quién retiene al amor cuando se aleja?
Tanto es mi amor, por todos mis amores,
que en el jardín de la existencia mía
a verlas marchitarse día a día
preferí siempre deshojar sus flores.

Cuanto más encendidos sus colores
mueran en su triunfante lozanía,
más triste que la muerte es la agonía
de un amor entre dudas y temores.

Triste fin de un amor, cuando engañoso
quiere fingir que a su pesar nos deja,
y más ofende, cuanto más piadoso.

¿Y qué logrará la importuna queja
del ofendido corazón celoso?
¡Quién retiene al amor... cuando se aleja!

(Jacinto Benavente)

martes, 22 de septiembre de 2015

Si me quieres, quiéreme entera












Si me quieres, quiéreme entera
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!

(Dulce María Loynaz)



Dulce María Loynaz (La Habana, 10 de diciembre de 1902 – La Habana, 27 de abril de 1997). Poetisa y novelista cubana.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Con la primavera







Con la primavera





Con la primavera

viene la canción,
la tristeza dulce
y el galante amor

Con la primavera

viene una ansiedad
de pájaro preso
que quiere volar.

José Martí

viernes, 18 de septiembre de 2015

Como un deslumbramiento de rubias primaveras...









        
Como un deslumbramiento de rubias primaveras
irradian y perfuman las dichas prisioneras
de todos tus encantos ¡Oh, poemas paganos!
Heroína y señora de rondeles galanos:


Para que siempre puedas orquestar tus mañanas
calandrias y zorzales mis selvas entrerrianas
te ofrecen en mis trovas. Que en todos los momentos
te den las grandes liras sus más nobles acentos,

y revienten las yemas donde el placer anida,
en las exaltaciones gloriosas de la vida
que surgen en el cálido floreal de tus horas,
como un carmen de auroras, ¡eternamente auroras!

                                                Evaristo Carriego



Poeta argentino nacido en Paraná, Entre Ríos en 1883.
Se educó en Buenos Aires, y desde joven participó en tertulias literarias y movimientos de tipo intelectual.
Escribió en diversas publicaciones de la época, como «La Protesta», «Ideas», «Caras y caretas» y otras.
Su obra literaria se extendió al teatro y al cuento, dejando dejando varias publicaciones junto a su único libro
de versos editado en vida, «Misas herejes», en 1908.
Después de su muerte, ocurrida en 1912, se publicó el conjunto de su producción poética con el título de
«Poemas póstumos» y «La canción del barrio»




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Por ese rostro mío tuyo... Esdras Parra







Por ese rostro mío tuyo...

      


    
                  
                                                         a S.
Por ese rostro mío tuyo 
que has olvidado 
por ese recuerdo me llamas 
y ya no es tu boca sino otra boca 
y no son tus labios sino el viento 
y tocas fondo hasta llegar 
al gran problema 
aquí bajo este cielo 
sin herencia sin alma 
aquí sobre esta tierra 
sin sueños sin nieve.


Poeta, ensayista, narradora y traductora venezolana nacida en Santa Cruz de Mora, Mérida en 1939. 
El ambiente rígido bajo el cual transcurrió su infancia, lo obligó a radicarse en Londres desde los diecisiete años, gracias 
a una beca obtenida en los años de escolaridad. Dueño de un carácter singular y una gran capacidad decisoria,  se sometió 
al cambio de sexo, adoptando desde entonces  una posición imperturbable y serena que la mantuvo alejada de cualquier 
situación que pudiese alterar su forma de vida.
Radicada de nuevo en Caracas, desarrolló una importante carrera literaria como ensayista y editora.  Fue fundadora y directora 
de la revista Imagen, publicó varias obras de narrativa bajo los títulos "El insurgente" en 1967, "Por el norte el mar de las Antillas" en 1968 y "Juego limpio" en el mismo año. A partir de la década del noventa incursionó en la poesía con los siguientes volúmenes:  "Suelo secreto", premio de la II Bienal de Mérida en 1993; "Antigüedad del frío" en 2001 y "Aún no" en 2004.
Falleció en noviembre de 2004, víctima de un cáncer.      

viernes, 11 de septiembre de 2015

LA ORACIÓN DE LA MAESTRA






       

                    Homenaje al maestro


LA ORACIÓN DE LA MAESTRA
¡Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe; que lleve el nombre de maestra, que Tú llevaste por la Tierra.
Dame el amor único de mi escuela; que ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes.
Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto. Arranca de mí este impuro deseo de justicia que aún me turba, la protesta que sube de mí cuando me hieren. No me duela la incomprensión ni me entristezca el olvido de las que enseñé.
Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que no es carne de mis carnes. Alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi más penetrante melodía para cuando mis labios no canten más.
Muéstrame posible tu Evangelio en mi tiempo, para que no renuncie a la batalla de cada hora por él.
Pon en mi escuela democrática el resplandor que se cernía sobre tu corro de niños descalzos,
Hazme fuerte aun en mi desvalimiento de mujer, y de mujer pobre; hazme despreciadora de todo poder que no sea puro, de toda presión que no sea la de tu voluntad ardiente sobre mi vida. ¡Amigo, acompáñame!, ¡sosténme! Muchas veces no tendré sino a Ti a mi lado. Cuando mi doctrina sea más cabal y más quemante mi verdad, me quedaré sin los mundanos; pero Tú me oprimirás entonces contra tu corazón, el que supo harto de soledad y desamparo.
Yo sólo buscaré en tu mirada las aprobaciones.
Dame sencillez y dame profundidad; líbrame de ser complicada o banal en mi lección cotidiana.
Dame el levantar los ojos de mi pecho con heridas al entrar cada mañana a mi escuela. Que no lleve a mi mesa de trabajo mis pequeños afanes materiales, mis menudos dolores.
Aligérame la mano en el castigo y suavízame más en la caricia. ¡Reprenda con dolor, para saber que he corregido amando! Haz que haga de espíritu mi escuela de ladrillos. Le envuelva la llamarada de mi entusiasmo su atrio pobre, su sala desnuda.
Mi corazón le sea más columna y mi buena voluntad más oro que las columnas y el oro de las escuelas ricas.


¡Y, por fin, recuérdame, desde la palidez del lienzo de Velázquez, que enseñar y amar intensamente sobre la Tierra es llegar al último día con el lanzazo de Longinos de costado a costado!


                                                                                          Gabriela Mistral


Poeta chilena nacida en Vicuña pequeña localidad del centro norte de Chile en 1889., Aunque su nombre real
fue Lucila Godoy Alcayaga, adoptó su seudónimo inspirada en la obra de Gabriel D'Annunzio y Fréderic Mistral.
Su labor literaria comenzó a reconocerse en 1914 al resultar ganadora de unos Juegos Florales.
En 1922 fue publicada su primera obra y desde entonces viajó por numerosos países de América y Europa.
Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1945 como un justo reconocimiento no sólo de su producción poética,
sino de la labor literaria y social de una mujer que había dedicado su vida a la difusión de la cultura y a la lucha
por la justicia social y los derechos humanos.
Falleció en Nueva York en el año de 1957.    




miércoles, 9 de septiembre de 2015

Por el hecho de ser









Por el hecho de ser

por el hecho de ser
soy primavera,
y la mustia flor
que agotó el día.
La blanca luna,
y el horizonte
que ilumina,
 cuando avienta
el nuevo día.
Soy el pensador
inteligente,
proclamo mi saber
y mi poesía.
Soy el que trabaja.
 El que reniega
de mil cosas.
Soy la gota de rocío.
Soy la brisa que
da aire renovado
al ser amado.
Soy virtudes y defectos
que fluyen irreverentes,
provienen de la causa y el

efecto

                                                             de ser--Humano---


                                                         NÉLIDA MONI

viernes, 4 de septiembre de 2015

Sales
















Veo como sales
de la casa...
veo como partes...
 Acaso ya no vuelves,
habrás dejado aquí
más
que en cualquier parte.

 Y cuando caminas,
se va deshojando el
hombre.
Se van  des-planeando
el ave
el sol cursa hacía el oeste
y pronto desaparece

Aquí, no ha pasado
nada,
            dice el corazón,

y miente.

Nélida moni

jueves, 3 de septiembre de 2015

Como un ala fugaz










Hay algo en ti que nunca permanece
y fluye de tu alma como un río;
algo que te ilumina y te ensombrece,
algo resplandeciente, algo sombrío,

como un ala fugaz que te ennoblece
el placer, el dolor, el albedrío.
Algunas veces goza, otras padece
lo que hay en ti que nunca será mío.

Aquello que en el éxtasis nos llega,
lo que el dolor en lágrimas entrega,
lo que el amor entrega en poderío.

Lo que está más allá de todo goce:
que siempre en el amor me desconoce
aquello en ti que nunca será mío.

                                      Dora Castellanos

Poeta colombiana nacida en Bogotá en 1924.
Desde muy joven se inició en la poesía publicando su primer libro cuando apenas tenía quince años.
Ha trabajado activamente en el campo periodístico y es autora de varios cuentos didácticos para niños de la
segunda infancia y de la preadolescencia.
Ha pertenecido en varias ocasiones al cuerpo diplomático, obtuvo el premio Simón Bolívar y se constituyó
en la primera mujer elegida para formar parte de la Academia Colombiana de la Lengua.
De sus obras se destacan: «Verdad de amor», «Luz sedienta», «Hiroshima amor mío», «Zodíaco del Hombre»,
«La Bolivariada» y «Con luz de tus estrellas»


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Soneto V Pablo Néruda







              
No te toque la noche ni el aire ni la aurora,
sólo la tierra, la virtud de los racimos,
las manzanas que crecen oyendo el agua pura,
el barro y las resinas de tu país fragante.
Desde Quinchamalí donde hicieron tus ojos
hasta tus pies creados para mí en la Frontera
eres la greda oscura que conozco:
en tus caderas toco de nuevo todo el trigo.
Tal vez tú no sabías, araucana,
que cuando antes de amarte me olvidé de tus besos
mi corazón quedó recordando tu boca
y fui como un herido por las calles
hasta que comprendí que había encontrado,
amor, mi territorio de besos y volcanes.
Pablo Neruda

martes, 1 de septiembre de 2015

Obstáculos lentos












Si el poema de este atardecer
fuese la piedra mineral
que cae hacia un imán
en un resguardo hondisimo;

si fuese un fruto necesario
para el hambre de alguien,
y maduraran puntuales
el hambre y el poema;

si fuese el pájaro que vive por su ala,
si fuese el ala que sustenta al pájaro,
si cerca hubiese un mar
y el grito de gaviotas del crepúsculo
diese la hora esperada;

si a los helechos de hoy
-no los que guarda fósiles el tiempo--
los mantuviese verdes mi palabra;
si todo fuese natural y amable...

Pero los itinerarios inseguros
se diseminan sin sentido preciso.
Nos hemos vuelto nómades,
sin esplendores en la travesía,
ni dirección adentro del poema.

                Ida Vitale
De "Reducción del infinito" 2002


Poeta y crítica uruguaya nacida en Montevideo en 1924.
Estudió Humanidades en su país, siendo profesora de literatura hasta 1973 cuando la dictadura la forzó al exilio.
Vivió en México de 1974 a 1984, radicándose definitivamente  en Austin, Texas, desde 1989.
Su obra lírica, caracterizada por una honda emoción expresada de manera lúcida y privada de patetismos,
la convierten en una de las voces principales de la llamada generación del 45, y en la actualidad,  en nombre
insoslayable del panorama poético hispanoamericano.
Además de poeta, es autora de artículos periodísticos y de crítica literaria, así como de numerosas traducciones.
Parte de su obra está contenida en los siguientes volúmenes: «La luz de esta memoria» en 1949, «Palabra dada»
en 1953, «Cada uno en su noche» en 1960,«Oidor andante» en 1972,  «Jardín de sílice» en 1980, «Parvo reino»
en 1984, «Sueños de la constancia» en 1988, «Procura de lo imposible» en 1998, «Reducción del infinito» en 2002,
«Plantas y animales» en 2003, y «El Abc de Byobu» en 2005